El presidente, Luis Lacalle Pou, ya había advertido que se avecinaba un período en el que el agua no se podría beber.
El Gobierno de Uruguay informó que sus reservas de agua potable están al 1,8% y que podrían acabarse dentro de 10 días, lo que los obliga a recurrir al Río de la Plata para abastecerse, a pesar de los elevados porcentajes de sal que contiene.
Según el reporte oficial, en la represa de Paso Severino, la principal fuente de agua dulce de la zona metropolitana, hay 1,1 millones de centímetros cúbicos de agua, de los cuales se utilizan 80.000 al día.
El presidente, Luis Lacalle Pou, ya había advertido que se avecinaba un período en el que el agua no se podría beber, a menos que lloviera lo suficiente, o a que se terminen unas obras hídricas que se están realizando en Paso Belastiquí para llevar agua dulce desde el Río San José hasta el Santa Lucía.
Si bien eso no resolverá la situación porque el agua seguirá conteniendo sodio y cloruro, al menos servirá para nutrir por un período de tiempo el caudal de agua de OSE, la empresa estatal del área.
Los trabajos para esa obra se vienen realizando según los tiempos esperados, según el diario uruguayo El País, que informó sobre la reciente llegada de 500 metros de caños provenientes de Brasil y otros 500 más que llegarán hoy y que son clave para terminar el trabajo.
La obra permitirá el ingreso y la salida de agua proveniente del Río de la Plata al embalse Belastiquí-Aguas Corrientes, así como la retención del agua ingresada al embalse, lo que servirá para mantener el volumen y no perder agua con la fluctuación de las mareas.
En tanto, la represa Campanario, que está en construcción, consiste en un dique sobre el río San José que va a tener la finalidad de embalsar la mayor cantidad de agua dulce de su cauce. Y también se está avanzando en la obra para la captación y el trasvase desde el río San José al río Santa Lucía.
El Gobierno estima que la obra estará finalizada dentro de un mes y asegura que los tiempos dependen de que lleguen los caños de Brasil.
Luego de declarar emergencia hídrica en el área metropolitana de Montevideo, donde vive más de la mitad de la población, el gobierno anunció el mes pasado la creación de un Fondo de Emergencia Hídrica para «garantizar a los ciudadanos con todos los recursos necesarios» para enfrentar la sequía.
Según el Instituto de Meteorología de Uruguay (Inumet) no se pronostican lluvias para la zona en el corto plazo. «Tenemos anomalías de lluvias positivas en la primavera. Esto sugeriría que las lluvias fuertes y recurrentes comenzarán en septiembre», dijo el director climático Mario Bidegain.